Amadas del alma
La traición, el abuso, el abandono y el rechazo son algunas de las formas más crueles de menosprecio. No distinguen entre ricos y pobres, blancos o negros; son una epidemia silenciosa que se ha vuelto casi normal en nuestra sociedad.
Una carta para ti…
Pero hay algo que aún muchos no saben, y es que nuestra felicidad no depende de otros, ni de lo que tenemos o perdemos.
Existe una paz que no es pasajera, una alegría que no se quiebra con las heridas. Una plenitud que no depende de las circunstancias, sino de quién habita en nuestro corazón.
Cuando todo parece perdido y gritamos por consuelo, el Amado del alma puede restaurar lo que nadie más puede tocar.
No encuentro las palabras suficientes para explicarte lo que Jesús puede hacer por ti…
Pero si pudiera sentarme contigo, frente a frente, y decirte una sola cosa, sería esta:
«El Rey te ha mandado a llamar.»
Sobre la autora
Tal vez llegaste hasta aquí buscando respuestas, alivio o simplemente un poco de paz en medio del dolor.
Quizás alguien te rompió el corazón o tal vez perdiste la confianza, la fe o las ganas de seguir.
No sé tu historia, pero sí conozco esa sensación de vacío y aunque no tengo todas las respuestas, quiero ofrecerte algo real: palabras nacidas de heridas que hoy son cicatrices, y una esperanza que no depende de las circunstancias.
Aquí no encontrarás fórmulas mágicas, encontrarás verdad, consuelo, y una voz que te recuerda que aún en medio del caos, tu vida tiene propósito.
No estás aquí por casualidad.
El Rey te ha mandado a llamar.
Y si estás dispuesta a abrir el corazón, quizás descubras —como yo lo hice— que sanar sí es posible, y que tu historia tiene un propósito.

Con amor…
